Púetas.

¿Son los poetas
los que que reclaman para sí
el fuego de las entrañas?

Salen por la ventana
 gritando

ayayayay
  ay ay
         aleluya ay!

¿Son los poetas,
cruel afición,
los que nunca aprenden la lección?

Se van al campo y de nuevo a las cuidades,
recorren las rutas, se embriagan en la noche,
le escriben a las estrellas
y se escriben venenosos, sufriendo el mal de amor

males del corazón.

Cuál es la solución, se preguntan en todas las líneas
abiertas en sangre,
y le dedican con fervor horas al ocio del temblor,
horas al descubrimiento de la razón.

y se dicen,

ay ay ay ,
  soy como mi espíritu, ay !!

pero éste les contesta :

pobre diablo que tu eres, poeta
hombre poeta como Fausto,
acribillado por su conocimiento infinito.

Y no le basta al pobre poeta
saberlo todo,
leerlo todo.
Más todo es nada, 
si es todo un poco por la deriva
y otro poco por el mal del corazón.

Pobre loco poeta
no le alcanzan los dedos,
poeta escriba de la tragedia,
poeta deambulador.


ay ay ayay

             aleluya ay!