martes, 4 de junio de 2013

La vida noble


Solito
bien solito
con las manos para adentro,
moquea un poco
en la sala de los ecos.
Quiere murmurar
y le sale la lengua para adentro.
Gutural
comienza a decir ...

Mi canto ofrezco,
la poca cultura que me amanece.
Estoy atado a la convicción
de la voz que me abandera.
Nada tengo yo
que no sea pena y orgullo;
pena por no ser un poco más sabio
para callarlos a todos
con la violencia de la palabra verdadera,
y orgullo de poder decirme
antes de que me desdigan con mis labios
y me abandonen a la suerte del ridículo.

Nada he de temer más que a mi propio silencio.
Nada he de sembrar más que la vida noble.