miércoles, 23 de julio de 2014

Cuentos

Mirá cómo será
que está tan oscuro
de pronto.
¿Será que me quedó latente
la palabra que no me dijiste?
Esa que fue inventada
para las noches en vela.
Digo,
a veces me acuerdo
cuando me retabas
y me decías,
"qué linda vas a ser a los 20".
Que sé yo,
tengo venticuatro,
y no sé qué decirme
cuando me acuerdo de estas cosas.



Todos los chicos
se fueron corriendo
con las manos apretadas,
y nosotros los miramos pasar.
Pero,
¿cuántas veces nos entendimos?
Yo me acuerdo
sólo de aquella vez
en la que todo se puso tan oscuro
que ya no había más que golpear puertas
y caminar
con ganas de esa lejanía tan pronta,
quizás devolver la cordialidad
y la sonrisa,
y quizás un poco esa esperanza
de seguir sangrando desesperanza.

miércoles, 16 de julio de 2014

Para este no encontré la palabra adecuada

¿Alguna vez
experimentaste
la novedad
de sentirte
con vida?

O que un rayo

caiga
sobre tu cabeza
de ojos risueños.

¿Alguna vez

me quisiste
 decir,
"sos una locura"?

Un invento

de las cuentas
que haces
en las noches
en las que
queres verme
los rostros.

Pero no.

Tengo la palabra
estallándome
en el cuerpo.

Y yo que

jamás
me creí
ausente.
Era cosa
de la humedad
del rocío
que alguna vez
ví de cerca.

Jamás,


digo,


quizás nunca

esta cercanía.


miércoles, 2 de julio de 2014

Detalle.

                                                                            Los recuerdos son cuernos de caza 
                                                                                       cuyo sonido muere en el viento
                                                                                                                                 G. Apollinaire.



No humedecí
el trapo
ni junte las migas
de la mesa,
ni estos restos de maquillaje,
tal vez,
ni estos días de invierno
son cuernos de caza.
Ni la promesa
de que amanezca,
ni el solsticio
para que me contradiga.
Pero la exactitud
de tus acentos.
Y porque aparte,
también,
tan falto
de puntos finales.