lunes, 25 de agosto de 2014
Tu maldad no tiene sosiego.
La alegoría de los lenguajes
me llevó a esto que somos
cuando las gotas caen inútiles.
Pero yo sólo deseo
contemplar el mundo
de jardín a jardín,
a través de los cuales
yo te digo
y vos me escuchás;
a través de los cuales
los silencios tienen gusto
al río que tenemos cerca,
al jardín de vegetales
que así sin más
nos ve partir
sin saludarnos
sin asustarnos.
domingo, 3 de agosto de 2014
Intervención homenaje
Estabamos menta y yo en una plaza en un día miércoles, hablando de la vida y la muerte, y lo que hay en el medio.
Salidas de un limbo, quizás,
queriendo saber por qué,
queriendo escupir palabras de amor y de odio, quizás ..
y resulta que menta tenía un libro de Juan Gelman en su mochila y decidimos armar un poema, de forma azarosa, con las oraciones que ya escribió alguna vez este poeta.
Esto fue lo que resultó.
La ficción de ser otra cosa.
En el viento y en el agua rauda conviene escribir:
es humo y no hay hoguera
para que el tiempo tenga rostro,
eso hiere al corazón irregular.
Corrigiendo la noche,
es una buena pregunta
¿a quién pertenezco yo?
¿Es la que te mira y no le queda nada?
La emoción contra la pared,
y nosotros, ¿qué hacemos?
La visión del alma con su vacío,
¿qué será ella para sus manos deformes?
Olor a sospechas podridas,
es más bella que su ser de rabia.
¿Qué hay adentro mío detrás de mi pared?
Quién falta al sueño que no tiene,
las procesiones de la memoria terrible
para decir que te amo,
que la noche sea eterna.
No importa que no sepas
la basura que el tiempo deja.
Hasta qué punto
navegar rostros en mi sangre
y bestias que gritan en su menor rincón.
En vez de uncirse en la crueldad,
escribe porque la vida lo escribe.
Supimos que ya no había más nada que decir así que guardamos el mate y nos fuimos.
¡Gracias Juan Gelman!
Salidas de un limbo, quizás,
queriendo saber por qué,
queriendo escupir palabras de amor y de odio, quizás ..
y resulta que menta tenía un libro de Juan Gelman en su mochila y decidimos armar un poema, de forma azarosa, con las oraciones que ya escribió alguna vez este poeta.
Esto fue lo que resultó.
La ficción de ser otra cosa.
En el viento y en el agua rauda conviene escribir:
es humo y no hay hoguera
para que el tiempo tenga rostro,
eso hiere al corazón irregular.
Corrigiendo la noche,
es una buena pregunta
¿a quién pertenezco yo?
¿Es la que te mira y no le queda nada?
La emoción contra la pared,
y nosotros, ¿qué hacemos?
La visión del alma con su vacío,
¿qué será ella para sus manos deformes?
Olor a sospechas podridas,
es más bella que su ser de rabia.
¿Qué hay adentro mío detrás de mi pared?
Quién falta al sueño que no tiene,
las procesiones de la memoria terrible
para decir que te amo,
que la noche sea eterna.
No importa que no sepas
la basura que el tiempo deja.
Hasta qué punto
navegar rostros en mi sangre
y bestias que gritan en su menor rincón.
En vez de uncirse en la crueldad,
escribe porque la vida lo escribe.
Supimos que ya no había más nada que decir así que guardamos el mate y nos fuimos.
¡Gracias Juan Gelman!
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