Tantos planes
que yo tengo…
Todos esos
planes
que me ahogan,
chillan con la
voz vencida.
¡Piedra libre, piedra libre!
Lobo no estás
Lobo ¿estás ahí?
¡Yo!
¡Yo tengo una idea!
Pero ahí nomas
me vendan los ojos
para jugar al
gallito ciego.
Y aunque esté
así,
con la frase en
la garganta,
los veo reírse.
¡Qué tropiece, qué tropiece,
qué se le vuelva la lengua para adentro!
97, 98, 99.
Cien.
¿Dónde están?
Cien veces dónde
están.
Esas letras
¡Ay, qué gigante
se hicieron!
Cuánto miedo me
hacen tenerles.
Y esas sombras
que siembran
alrededor de mi
cuello,
me aprietan su
abecedario,
me lo ciñen a la
cintura.
¡Qué te digo que
no quiero escaparme!
Llevo la
estupidez entusiasta
a flor de piel.
Y con cuánto lustre,
me confieso
cobarde
para cosechar
líneas en un campo de hojas en blanco.
¡Qué empiece a escribir de una vez
y qué tropiece con la piedra!
Más le vale a ésta obstaculizarle el cielo
porque si lo quiere celeste
que le cueste.
¡Qué empiece a escribir de una vez
ResponderEliminary qué tropiece con la piedra!