jueves, 5 de julio de 2018

Tríada



Una  desidia / una circunstancia / un pasaje / me recibe entera /juzgada por las sombras / que en silencio dictaminan / el correr de una tarde / las puestas del sol / a la velocidad del vértigo 

I. Fauna

Con el galope
de las sombras
entro en la noche. 
Los troncos inmensos
asientan la tierra
y yo corro 
porque hay luz plateada
que me ampara.
Tan rápido recorro 
los espacios danzando,
atraída 
por el olor del fuego.
Más allá 
las olas arremeten
y nos prestan el viaje
para acercar la voz
de los que tienen
un corazón pesado.


II. From you the flowers grow 

Dulces las cosas
que aprendí de vos.
Imperceptibles
y olvidadas
en mi extraña memoria
hasta que
la marea
las trae de nuevo
y se sienten
frescas en los pies
como después de
esperar el verano
todo el año.
Agarrá 
un disco cualquiera
y vas a ver
que todos 
los séptimos temas
te van a decir
algo más
que los otros.
Y te creí porque 
era tan cierto,
y quise quedarme
a esperar
como la arena mojada
enterraba mis pies,
quise quedarme
a esperar
si era cierto
que podría
desaparecer
si tan solo
me quedaba
ahí
quieta
como si
hubiese sido posible
alguna vez,
en esta línea 
de circunstancias,
realmente,
un momento
de quietud
entre nosotros.
Maravillosas
las cosas
que aprendí 
de vos.

III. Dedicatoria eterna

Un poco más cerca
de la tierra que vibra
un eco quiere llegar
limpio y claro.
Me dijiste
que son los muertos
que se dan ánimos,
asegurándose
que no es más que
una locura
en la que todos
tenemos algo que contar.
Me dijiste
que no es más que
otra circularidad
que funciona
con los sentidos afines
a nuestra nurtura.
Y que cuando la noche
cierra sus ojos,
todo lo que cruza 
el umbral
se transforma
en ese eco titilante
que se vuelve a incendiar.